de Tito Macia
El numero doce en la tradición hebraica es un número divino porque sirve para medir los cielos; en el zodiaco hay doce
signos. Dios eligió a doce familias de Israel y les confió doce príncipes; ordenó que hubiese doce piedras en el fondo del Jordán y que se engastarán doce piedras sobre el pectoral del sacerdote.
En la tradición hebrea el 12 significa giro circular, el doce divide el cielo, por ello se dice que es el número de las divisiones celestes. El doce divide el año en doce meses o en doce signos. El simbolismo del doce contiene la consumación de lo creado en la tierra por el cielo, por consiguiente representa la encarnación, el descenso en la materia, la entrada en el mundo y la manifestación.
El armónico doce resuena de manera similar al planeta Neptuno, regente de Piscis y de la doceava Casa. La esfera de actividad individual de Neptuno, se ciñe al inconsciente profundo, donde es necesario bucear para conocer o apreciar sus efectos; que son siempre de naturaleza psíquica. Neptuno actúa de manera velada y oculta, como este armónico sus acciones apenas se aprecian en el exterior.. Su esfera de acción se sitúa en la doceava Casa, y sus intervenciones se aprecian en las situaciones de experiencias colectivas, como en las religiones, las sectas o las agrupaciones políticas idealistas. El reino indiscutible de Neptuno es el mar; las aguas libres sin fronteras. El agua es también símbolo de la vida espiritual. Pero Neptuno también simboliza las privaciones de libertad o las prisiones.
El ritmo de este armónico recorre su período en tramos de treinta grados, nace en la conjunción, pasa por el semisextil, el sextil, la cuadratura, el trigono, el quincucio y la oposición, de nuevo recorre estos aspectos hasta cerrar el circuito de nuevo con la conjunción, formando una estrella de doce puntas.
El armónico 12 es análogo a la casa XII, que es al mismo tiempo la expresión de Piscis en los hechos de la existencia. Esta Casa es un lugar de recepción de lo desconocido y de reposo (femenina), de impotencia, de lo extremado (mutable). Aquí se ve lo que no se tiene, de lo que se carece sin posibilidad de obtención, las pérdidas, las privaciones. Es la zona oscura de la existencia. en ella se puede observar lo que el sujeto oculta a los demás o a sí mismo (subconsciente). La Casa XII es el escenario trágico, en donde se representa lo más sórdido de la vida, incluso aquello peor que la muerte, como pueden serlo las situaciones de impotencia prolongada o de pérdida de libertad personal como la que sufren quienes están privados de libertad en las prisiones, hospitales, orfanatos, asilos y establecimientos hoteleros. – Podríamos decir que es la manifestación del concepto griego del "factum", destino del que no se puede escapar y que nos persigue como ajeno a nuestros deseos.- Pero esta Casa es también un lugar de lo trascendente, de lo místico, de los abandonos irracionales (éxtasis místico, arrobamiento) y los momentos de conciencia alterada (locura, embriaguez, droga).
El armónico doce integra todos los aspectos tradicionales e incorpora dos nuevos, el semixestil y el quincucio, que son aspectos en los que resulta muy importante conocer la dirección de su ciclo, pues se interpretan de manera diferente cuando son aspectos de ida que cuando lo son de regreso.
El armónico doce se activa con todos los aspectos tradicionales, sin embargo el aspecto que más lo define es el dodecil o semixeltil de 30º por ello tiene un significado de logros por etapas, de ritmo continuado y creador. En este armónico no existe lo parcial sino que implica estados de continuidad integradora, como las diferentes etapas evolutivas por la que una persona debe pasar, que, unas veces son placenteras y otras difíciles o pesadas.
Temas de estudio
Ocupó una posición pública cuyas obligaciones principales eran ceremoniales. Hesse era un hombre tímido e inseguro que daba muestras de una devoción casi religiosa, una lealtad fanática y una obediencia ciega absoluta a Hitler. Aunque su lealtad fue recompensada con frecuencia por Hitler, nunca tuvo influencias importantes en asuntos de estado debido a su falta de comprensión de los mecanismos de poder y su inhabilidad para seguir iniciativas propias. Debido a esta características perdió la estima de Hitler, para recuperarla, dando muestras ya de alienación, se le ocurrió proponer la paz a los ingleses, quienes le hicieron prisionero al descubrir que hablaba por si mismo y carecía del respaldo de los nazis. En 1945 fue enviado a Alemania y, en el juicio de Nuremberg fue sentenciado a prisión por vida, hasta el 87 en que decidió quitarse la vida. De noventa y dos años de vida pasó cuarenta y ocho en prisión, más de media vida.