PLUTON
Simboliza, específicamente, el mundo de la identificación final, la disolución en lo absoluto, la confluencia de todos los senderos. Como tal, Plutón expresa la ley de la transmutación final. La participación consciente del origen de todas las cosas, la superación de todas las barreras que separan de la UNIDAD. En este sentido, Plutón siempre ha sido asociado al Tao, al Yug, al abarcamiento del todo.
Representa la revelación del sentido de la existencia de todas las cosas y de los seres, la participación consciente dentro de ese sentido intraduscible. Revela al ser humano que sí existe una llegada la cual no es precisamente un tope. Revela el por qué toda la vida se resume en una transformación constante de las fuerzas físicas en potencia espiritual; le revela el centro del fuego sagrado que habiéndose elevado se libera más allá de los mundos perceptibles.
Dentro de la ciencia Yoga, Plutón es el símbolo por excelencia de la transmutación.
Es por todo ello que Plutón está asociado a la Yoga, la tradición iniciática, lo infinito, lo más oculto, el cielo y el infierno, las profundidades silenciosas prestas a estallar , en cualquier momento, el petróleo, las minas en las profundidades de la tierra, la alta cirugía, el esoterismo, el aislamiento con el propósito definido de transformación y reencuentro en la esencia, los terremotos y cataclismos, diluvios, la masa ígnea de la tierra, las prácticas del yoga, los vicios imposibles de imaginar como existentes, los reductos más sombríos de la consciencia humana, el acumulamiento denso de los deseos más perversos del hombre, kundalini, el budismo, los trabajos insospechados y que casi nunca son del conocimiento de los seres humanos, los centros de agrupamientos de los hombres más sabios del planeta, el poder magnético y arrollador, el desenfreno sexual nunca previsible en su potencia, los hombres y mujeres ancianos, lo satánico, el punto del equilibrio entre lo positivo y negativo, el dragón mordiéndose la cola, las fuerzas internas del ser humano, la iluminación final.
Con los tres símbolos en orden, el círculo en la parte superior, seguido por el semicírculo y luego por la cruz, representa la perfección.
Bibliografía: Germán Rosas y La Llave de los Astros