EXISTE O NO EXISTE LA CASUALIDAD?

 
 

Cuantas veces nos hemos encontrado con hechos, sorprendentes en algunos casos, o simplemente pequeñas cosas de la vida cotidiana, que nos hacen decirnos a nosotros mismos: ¡Que casualidad!!!

A continuación podemos ver una recopilación de hechos increíbles, que nos hacen plantearnos si la casualidad existe, o como dicen algunos, existe una especie de universo paralelo al nuestro, del cual en determinados momentos “saltan” sucesos hacia el nuestro, y se entremezclan con su correspondientes hechos en el nuestro (yo particularmente pienso que esto es una chorrada del 15)

Qué pequeño es el mundo

En junio de 2001, una niña de diez años llamada Laura Buxton escribió su nombre y dirección en un trozo de papel, pegó el papel en un globo de helio y lo soltó desde su jardín. El globo recorrió casi 225 kilómetros hasta que aterrizó en el jardín de otra pequeña de diez años, ¡qué también se llamaba Laura Buxton!.

La segunda Laura se puso en seguida en contacto con la primera y desde entonces han sido amigas. Han descubierto que no sólo comparten el mismo nombre y edad, sino que las dos tienen el pelo claro, un perro labrador, un conejito y un conejillo de Indias.

Es sólo una de la infinidad de coincidencias documentadas que sirven para ilustrar lo pequeño que puede ser nuestro planeta: “un pañuelo” como dicen, pero “un pañuelo” donde alguien o algo parece conectarse con varios universos paralelos, cuyo entramado y mecanismo ignoramos, de modo que sucedan las cosas más extrañas.

¿Cómo, si no, se explican los casos extraordinarias como el del ataúd perdido que recorrió 5,600 kilómetros hasta regresar a su tierra, o los increíbles paralelismos entre los asesinatos de Lincoln y Kennedy, o la profecía del hundimiento de Titanic?.

Los investigadores británicos Martin Plimmer y Brian King, autores del libro “Más allá de la coincidencia” han logrado recopilar un amplio repertorio de las más llamativas e intrigantes hechos coincidentes ocurridos en todo el mundo, experiencias fascinantes que sumen en la más seductora perplejidad.

¿Universos paralelos que se tocan?

Pero ¿son sólo eso?, o ¿se trata acaso de fenómenos que van más allá de los límites de la casualidad? Plimmer y King barajan una serie de posibles explicaciones para estos sucesos inexplicables, que van desde la influencia de los astros, hasta los principios del cálculo de probabilidades, pasando por la religión, la parapsicología, la telepatía e incluso la magia.

A partir de una particular interpretación sobre la teoría de la relatividad de Albert Einstein, se inclinan por la existencia de un Universo en el que distintos tiempos y espacios se hallan interconectados, y en el que las coincidencias serían el fruto de dichas intersecciones.

Sea como sea, son un fenómeno cotidiano que se produce de modo continuo en todo el planeta, y cuya probabilidad de que se produzcan parece aumentar por la facilidad de acceso a la información y la comunicación que hay en nuestros días,

Historias para creer

He aquí algunas de las historias recopiladas por Plimmer y King, que dedican a las dos Laura Buxton.

El Titán y El Titánic

Nadie ha encontrado una teoría aclaratoria sobre los extraordinarios paralelismos entre la novela “Vanidad”, escrita por Morgan Robertson en 1898, acerca del hundimiento de un lujoso trasatlántico llamado “Titán” y los hechos reales que rodearon el naufragio del Titanic, catorce años después. El mes de la tragedia, el número de pasajeros, tripulantes y botes salvavidas, el tonelaje, la magnitud e incluso la velocidad del impacto con el iceberg, son datos prácticamente exactos a los que el autor cuenta en su novela.

Lincoln y Kennedy

Un estudio de las vidas y muertes violentas de los presidentes Abraham Lincoln y John F. Kennedy, revela coincidencias muy significativas. El primero fue elegido presidente en 1860, y el segundo cien años después, en 1960. Ambos fueron asesinados de un disparo en la cabeza, un viernes en presencia de sus esposas. Los dos fueron sustituidos por un vicepresidente apellidado Johnson, que había nacido, respectivamente, en 1808 y 1908. El asesino de Lincoln nació en 1839 y el de Kennedy, un siglo más tarde, en 1939. Además, ambos magnicidas fueron a su vez abatidos antes de ir a juicio.

La bala más lenta de la historia

En 1893, Henry Ziegland abandonó a su novia y ella se suicidó. Para vengarse, su hermano lo siguió hasta su casa y le disparó en el jardín, y angustiado por haberlo matado se pegó un tiro. Pero el agredido sobrevivió, ya que la bala sólo le rozó la cara y se incrustó en un árbol. Sin embargo, acabó con su vida, veinte años después. En 1913, Ziegland decidió dinamitar las raíces de dicho árbol, que todavía tenía el proyectil incrustado, para arrancarlo del jardín. La explosión propulsó la bala, que impacto en su cabeza y le produjo la muerte instantánea.

El auto maldito

El actor James Dean murió en 1955 cuando su coche deportivo, un Porsche spider, se salió de la carretera y se estrelló. El auto lo llevaron hasta un garage, donde se desmoronó sobre un mecánico y le rompió una pierna. Vendieron el motor a un doctor que lo colocó en su coche y murió durante una carrera. En esa misma competición, otro coche que llevaba piezas del Porsche de Dean se accidentó y falleció su conductor

La madre de todas las coincidencias

La confusión se extendió por el pabellón de maternidad de un hospital en Australia, cuando se presentaron dos mujeres con el mismo nombre, a punto de dar a luz. Las dos, llamadas Carole Williams, parieron a dos niñas el mismo día, que era el cumpleaños de las dos mamás…
¿Solo casualidad?………….

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